Como ladrones en la noche…

Como ladrones en la noche...

¡Vamos a morir todos! El virus ha pasado las fronteras de China y está arrasando España y el mundo entero… Como ladrones en la noche… Los estrepitosos de ayer son los sigilosos de hoy

Los sonidos de las sirenas de las ambulancias alarmaban a los crédulos asustadizos y a los timoratos que observaban desde sus ventanas y balcones cada noche. Los mismos periodistas o presentadores de programas chabacanos de los medios de comunicación que negaban de manera burlona lo del virus procedente de China, ahora asumían un discurso totalmente contrario tras cobrar las subvenciones del Gobierno y día tras día en las noticias se implantaba el terror en la sociedad.

La plandemia puso en marcha un teatro que jamás habíamos visto ni en la televisión, en donde los actores principales fueron los villanos semidioses vestidos de bata blanca y los bufones de las ambulancias, quienes propagaban de manera ramplona y patética algo de acción cada noche entre los ciudadanos secuestrados en casa. Se sembró con el dinero público un miedo en la mayoría de los ciudadanos españoles mientras el resto de los españoles más sensatos observábamos impertérritos toda la farsa del Covid-19.

ESCRITO 1-DEMANDA contra la PLANDEMIA

ESCRITO 1: DEMANDA contra la PLANDEMIA

Algunos españoles no nos quedamos impasibles ante los atropellos de la plandemia del Covid-19. ¡Conoce ya los detalles de esta primera denuncia!

Como ladrones en la noche o saqueadores de tumbas

Las calles se convirtieron en un espectáculo de ambulancias con payasos con mascarilla vestidos de astronautas que empleaban los recursos de todos los españoles mientras mataban abandonados o eutanasiados a ancianos en las residencias geriátricas y mientras aplicaban protocolos de muerte en los hospitales…

Con los encierros ilegales del Gobierno de España, los españoles disponíamos de mucho tiempo y el Presidente, Pedro I, El Encerrador, ideó la obra de teatro perfecta para meter miedo a los españoles: día sí y día también, las ambulancias circulaban por las calles deteniéndose en algunas, saliendo de los vehículos idiotas vestidos de astronautas como sacados de la película de ET…

Hacían como que preparaban camillas y parafernalia sanitaria durante unos 15 o 20 minutos y, luego, recogían sus cosas y se marchaban tal y como habían llegado… Esta es la broma de mal gusto que los sensatos y despiertos tuvimos que aguantar mientras se destrozaba la economía del país, haciendo cierre de negocios sin sentido, y se asesinaba a personas en hospitales y a ancianos en residencias geriátricas.

Así es como se creó un cuento que costó la vida a varios miles de españoles. Cada tarde las focas salían a la hora punta a las ventanas y balcones para aplaudir a sus verdugos sanitarios tildándolos de héroes. Se pregonó a los cuatro vientos que la única solución posible a tan terrible mal era la vacuna milagrosa que saldría en unos meses.

¡Y la vacuna, por fin, salió! Se dijo que era 100% efectiva y que todas las medidas restrictivas que había se levantarían y que todo acabaría con el pinchito milagroso… ¡Y se la fueron a pinchar! Pero, ¡oh, sorpresa! No fue tan efectiva, por lo que hubo que pincharse algunas dosis más… Pero la culpa de todo fue de los irresponsables, criminales, insolidarios, leprosos e indeseables negacionistas antivacunas, que en porcentaje muy reducido de la población, se resistía a inocularse esta pócima milagrosa… ¿Cómo es posible esto? Y, luego, aparecieron las variantes de las sub-variantes de la tercera parte contratante de las variantes…

Y la peña fue a pincharse más y más dosis… ¿Un dosis por día? ¡Pues también si es necesario! Los covidianos negacionistas de la realidad clamaban contra los antivacunas y pedían que se les negase el auxilio en hospitales, siendo así que estos leprosos insolidarios estaban más sanos que nadie y solo querían seguir con su vida.

Y de repente, se empezaron a ver ambulancias silenciosas como si fueran ladrones en la noche. Aparecieron nuevas pandemias: las de las miocarditis, pericarditis y repentinitis debidas al cambio climático y una sobremortalidad para la que nadie tenía ninguna explicación.

Ambulancia y policía municipal atendiendo probablemente un caso de repentinitis postvacunación

La ciudad parecía estar demasiado transitada por ambulancias que circulaban silenciosas como saqueadores de tumbas que vienen a llevarse un cadáver sin que los vean. Parece que ahora la intención era que nadie supiese que llegaban ambulancias a los sitios. Ya no interesaba tanto llamar la atención. Los astronautas de ET habían vuelto a casa y todo parecía en ese momento más silencioso. Los que antes llegaban con mucho aspaviento, ahora vienen muy sigilosamente.

Como ladrones en la noche
Ambulancias por toda la ciudad sin hacer ya ruido, después de inocular el miedo y las vacunas… Están recogiendo el fruto de su trabajo sucio

De esta manera, engañaron a millones de españoles y a millones de personas en todo el mundo. Los muertos no pueden volver para contarlo; muchos permanecen callados y avergonzados por haber caído en la farsa; otros borregos justifican una y otra vez todo a pesar de ser muy evidente el engaño; y unos pocos supervivientes hoy en día sufren las consecuencias de las vacunas asesinas Covid-19 de las que nadie se quiere hacer eco. Las personas críticas desde el principio o los convencidos por allegados o familiares tuvieron razón siempre. Nadie nos ha pedido perdón pero no importa porque seguimos vivos y somos la esperanza de la Humanidad.

¡Dedicado a todos los negacionistas antivacunas! ¡Fuerza y esperanza para todos, guerreros de luz! 👏👏👏

DEMANDA contra la PLANDEMIA ¡DIOS con nosotros!® ✊✊✊

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